Qué vida!!

Por primera vez siento este magno sentimiento de no hacer nada. No tengo ninguna obligación, nadie me llama para pedir ayuda. Nadie me molesta ni yo molesto al resto...un poco, sí, pero casi nada. No digo que sea justicia ni que me lo merezco, porque tampoco perdí un riñón trabajando durante el verano y menos estudiando durante el año. Lo único que sé es que estoy siendo quien quiero ser y quien me gustaría seguir siendo: un buen tipo que no hace nada desde que se despierta hasta que se duerme. Sé, eso sí, que esto termina y no es para siempre, pero mientras dure lo voy a aprovechar.

Mis compañeros de la U alegan y patalean contra los ramos. Yo, bostezo.
Mi viejo me mira feo porque estoy echao. Yo, miro pa otro lao.
Tocan el timbre de la casa y ni un intento por ir a abrir. Mi taita es jubilao y siempre va a llegar antes que yo a la puerta.
Todo lo que tenía que hacer durante el tiempo libre ya está hecho...aprendí a no dejar todo pal último día. A porrazos se aprende dicen por ahí.
Mis amigos que trabajan dicen que no tienen tiempo. A mi me sobra.

Tengo unas lucas guardadas, buenos amigos, comida sana en la casa, cable, internet, la bici la inflé hace poco, así que me puedo mover pa toos laos; la chica que me gusta me dice que yo también a ella. Aún queda algo de sol veraniego. Sigo en mi Villa Alemana querido y, lo mejor de todo es que mañana todo va a seguir igual.

¿¿Será suficiente todo esto para comenzar a creer en Dios??...Ojalá que no.

Viofla