Y ASÍ ERAN LAS WEAS PO

Por jote me perdí un paseo dominguero pal Monte Carmelo. Por jote llegué tarde a mi casa. Por jote una vez me dejaron un ojo morao. Por jote quedé más curao de lo necesario, otras veces quedé más sobrio de lo permitido, también por jote. Por jote terminé haciéndome amigo con una mina que me gustaba, y por esa farsa, esa de que “somos amigos”, no me dio la pasá después. Por jote hice el ridículo. Gasté palabras. Inventé historias por jote. Por jote fui puntual. Por jote me puse perfume. De puro jote me afeité la barba y me puse ropa limpia. Por jote tengo enemigos. Por jote me han acusao de desleal. Por jote hoydía la llamé a las 19.00, a las 19.30 y a las 20.00 y ninguna atendió. Por jote estuve too el día pensando pa dónde invitarla. Por jote llevo cuatro semanas pensando todos los días en cómo será darle un beso. De tanto jotiarla me di cuenta que es lo único que me podría estresar. Y pa qué, si como dijo el Pipe, ¡¡LAS WEAS SON, Y PUNTO!! Si le gusto vamos a terminar juntos, pero si no, no nomáh. No hay caso. Acá el cuento de que no hay batalla que se pierda si se da todo en ella es una mentira. O le gustaste a la mina o no le gustaste, pero ni con chocolates, ni chistes, ni cartas, ni nada. Nada sirve pa cambiar lo que las mujeres piensan piensan sobre uno.
Y así todo sé que voy a seguir tratando de que me atienda el teléfono. Porque soy jote. Porque me gusta y porque quiero estar con ella.

Vioflador