Lo descubrí. Sé dónde vive y calculo que tiene unos 15 ó 16 años. Es el Eslabón Perdido de los macaqueros y llegó hace poco a vivir a mi edificio.

Los hechos no dan pa contar que lo pillé con las manos en la masa, nada de eso. Al contrario. Con un par de detalles entendí que era él. Es de esos cabros que atraviesan por la edad en que la paja los consume. Cuando es superior a su conciencia. Chocapic, Paja y MTV. Vean lo que vean en la TV...PAH!(ja).; hablen con la mina que hablen, esperan llegar a su pieza y vaamos dándole denueo.

Lo noté en todas sus actitudes. Su meta era ver un poto (ojalá que algún tipo de roce, porque agarrón ya no es de pajero, sino que de califa, que para estos efectos no es lo mismo). Ya, ojalá un roce entre su pierna y el poto de alguna mina.

Y apareció la mina, el tan preciado culo que el manfinflator anhelaba. Llegó a la piscina una mina. Pero una MINA PO. ¡Weón, la maansa miiina! Una argentina que pa mi que es promotora, y no de churros, si no que de Bacardi o Kent, pero puta que está wena.

El pendejo no dejó de mirarla. El disimulo se lo pasó por la raja y, tampoco, nunca le interesó pasar piola. Poto, tetas camas, Playboy, su cama, gritos, otra teta, otros gritos, una vagina, muslos, el mismo poto en otra posición, los tutos por acá, los tutos por allá. Eso es lo único que debe haber estao pensando. Un revoltijo de imágenes que una lo calentaba más que la otra.

Prendió pucho tras pucho, tratando de verse más adulto, más macho, qué sé yo. (acuérdense que tiene 15 ó 16 nomáh po. Y la cara de macaquero la tiene fijada. Imagínense un flaco, con el pelo en la cara y lleno de espinillas. Así mismo era).

Ella hasta el momento ni siquiera sabía de la existencia del pobre cabro. Y cuando se fue, seguramente tampoco se enteró.

También en la piscina había una pareja de unos 30 años cada uno. Andaban con una guagua. No alcancé a cachar bien, porque esta tarde estuve escuchando David Bowie casi sin interrupciones, así que todos los sonidos que pudieran intrometerse en la historia no afectan nada, por lo menos desde mi posición. Lo que les decía que no entendí fue por qué la pareja se fue de la piscina por un rato y le dejaron la guagua encargada al manfinflero. Sabiendo yo que no son parientes, porque con lo de las mermeladas he conocido a todo el edeficio.

Ahora él estaba con un ojo vigilando al crío encargado y con el otro, vigilando el culo que te lo encargo. Pero el instinto pareció ser más fuerte y la guagua quedó casi sin ningún cuidado porque la reencarnación de Roberto Manfinfla no iba a dejar pasar a la inspiración que tenía al frente y que pa más remate usaba un bikini que a cualquiera le gustaría caber en él. Owwwmmm. Se veía rica en ese traje de baño.

Otro día termino...tengo que hacer unas cuestiones ahora....inflar una pelota con el bombín, devolver un volantín, disimular unos moretones que tengo en la guata y cosas por el estilo.

Chaleco.