Tengo un plan!!

¿Los planes se hicieron para llevarlos a cabo?,¿Por qué uno nunca los concreta?

Es más, no es que uno no los ejecute, ¡ni siquiera hacemos el intento por ello! Quedan en el camino, pero al principio de la calle, antes del primer semáforo. Uno puede planear cientos de proyectos con amigos, viajes con la polola, vacaciones en Brasil, etc. O cosas más simples, como jugar una pichanga, ir al cine, cocinarse algo pulento, pero no, no hay caso. Antes siempre hay algo más fácil y que requiere de menos esfuerzo y que como da inmediatas satisfacciones nos quedamos con esa.

Cuántos hemos dicho alguna vez que nos vamos a ir de intercambio, y el único viaje es de la pieza al baño y si todo marcha bien, a la cocina.

Un plan es como el confort: desechable, redondito, te lo presentan en envoltorio, pero cuando se acaba, nadie se urge, tan solo estiramos la mano y sacamos otro del cajón, y si no hay, pegamos un grito pal que escuche y lo traiga. Igual que los planes. Uno los bota así como así, los arma para que no quede ningún detalle fuera, uno lo cuenta como algo bonito, pero si se arruina ni nos inmutamos y sin reparos volvemos a pensar en algo. Es una constante, el próximo caerá en lo mismo.

Y lo pero es que hay planes que uno odiaría, por lo menos a esta edad, pero por el mismo descuido que el que sí esperábamos se arruinó, este se cumple. O sea, por pajarones nos metimos en el medio tete. Una guagua, una deuda, una tarjeta, 6 ramos atrasaos, una caña, una lesión, etc.

IZZOd