La vergüenza y algo más.

Posiblemente uno de los peores sentimientos que puede tener una persona es la vergüenza. Sentir la presión facial que eso te produce es más que un martirio, una verdadera tortura. Los ejemplos son variados, y las maneras de disimularla (o intentar hacerlo) sobran.

Cuando estamos solos es raro sentirla (excepto la vergüenza ajena, de la que hablaremos mas adelante). Por lo mismo, uno se da el gusto de realizar acciones que jamás....pero JAMÁS haría en público. Quién no ha estado imitando a un cantante en la pieza, con la música fuerte y cantando con todas las entonaciones del artista. Es decir: PONIÉNDOLE COLOR AL MÁXIMO!. Algunos incluso agarran lo que pillan y lo imaginan como micrófono. Es posible que si tu mamá entrara en ese momento sufrieras un ataque cardíaco severo. Para que hablar si te sorprenden masturbándote. Me gustaría escuchar la excusa de alguien que ha sido sorprendido autocomplaciéndose: "me estaba rascando" o " es que tenía una pelusita".

'Mientras camino por la calle, lo mejor es mirar al suelo'. Llegué a esa conclusión después de vivir frecuentemente la experiencia de saludar a gente que no me devolvía el saludo. Varias veces me quedé con la expresión en la cara, con las cejas levantadas e incluso, una vez, con la mano casi estirada. La vergüenza que me produjo aquello fue superior a cualquier otra. Después de vivirlo, uno se dice a sí mismo "qué mierda tengo que andar saludando a weones". Da rabia además.

Andar en la calle con el cierre abierto puede transformarse en un ejercicio vergonzoso, pero no al nivel de los anteriores.

En otro sentido, perderte de tu grupo de amigos en un lugar atestado de gente no debería generar pudor. Pero uno –que siempre es pasarrollos- tiende a pensar que todos te están mirando y que las personas están comentando "mira ese weon, se quedó solo" (esta persecución se acrecienta bajo los efectos alucinógenos del THC).

Por otra parte, existen individuos expertos en hacerte pasar vergüenzas:

Los pasivo/agresivos: esos que parecen super wena onda, que hablan con tono piola, que lucen inofensivos, pero que te dicen en frente de todos, y con voz fuerte: "tú soy el curao que todos dicen?". Uuuuuu ...vergüenza al tiro. Y pesá la persona que lo dijo.
Los desubicados: personajes en extinción, pero que aún subsisten. Tienden a utilizar la frase "todavía tenís hongos?" frente a mujeres.
Los indirectos: esos que te acompañan sin que tú quieras y se comportan terriblemente mal. Eructan, se curan, se comen a la abuelita de la casa, ponen los pies sobre la mesa, etc.

Por motivos de extensión, la vergüenza ajena quedará pendiente.
El jefe