Yo y mi infame nueva vida

La tarde en que la encontré en el periódico, la amé. Sin olvidar que era jueves y en la pensión era día de pasar el cheque, coordinar los horarios de cocina y el aseo prolongado de mi ordenada pero al lote habitación.
- $ 75 mil pesos. Dije exclamando al aire como si en esas estuviera leyendo el periódico equivocado.
Después leo más abajo: Sin cama, instalación eléctrica fallida, sin calefón, sin muebles y en el barrio chino. Pero me pongo a pensar: ubicada a cinco cuadras del taller en donde laburo, a dos de una botillería (de esas que cierran tarde y atienden al llamado del codigo morse), cinco minutos a pie de los bares, a media vuelta, un topless (aunque tu no vayai, igual lo piensai), a tres pasos de una farmacia, en la esquina una panadería, a cada lado una universidad, a cuatro cuadras un Líder Express, la feria se para los martes y sábados en una intersección a tres cuadras de los bares…Pero lo mejor en si de todos estos incalculables beneficios, es que estoy a ciento ochenta y cinco kilómetros de mi esposa y suegros

Un separado, sostenedor de vidas ajenas a la suya pero rehaciendo su vida again.

Continuará…