La amistad y la mejor manera de arruinar lo fecundo

"...amigo, lo que no sirve no va"
SUI GÉNERIS

Aunque voy a escribir esto desde la autorreferencia, la intención es que sirva como lección a todos aquellos que lo lean. No por lo valioso de la experiencia, sino por lo patético de sus integrantes.

Hace ya varios días que junto con Flavio ‘Tsunami’ Pozzi discutíamos el hecho irrefutable de nuestros excesos respecto al alcohol. Entre los AFLOCHI la amnesia post carrete se ha hecho una costumbre. Y por lo mismo, algunos comportamientos indebidos se han olvidado con mayor facilidad de la que quisiéramos.

Conversábamos también, que ese tipo de procesos (el de tomar hasta olvidar) es peligroso, pues uno no sabe dónde puede terminar la noche: si estás con suerte y andas con plata, podrías terminar de cliente en un night club. Si la borrachera te encuentra sin suerte y sin dinero, puedes terminar bailando en el mismo club nocturno. Y considerando nuestros físicos, posiblemente sería un topless de mala muerte. Además de tantas otras cosas que pueden pasar cuando uno –presa de las garras indomables del alcohol- pierde la noción de lo que hace, por qué lo hace y cuándo lo hace.

Ahora bien, precisamente en el asado donde discutíamos estas ideas con ‘Tsunami’ Pozzi, ocurrió lo que preveíamos en nuestro análisis: quedó la cagá.

Y aunque nadie terminó en un topless (ni bailando ni consumiendo), sí hubo un altercado entre dos miembros co–fundadores de este espacio. Pero peor aún, dos amigos.

Insisto en que perdonen la autorreferencia aquellos que no nos conocen y que poco les importan los personajes de esta historia, pero es necesario que no evadamos el tema, porque hoy por hoy la cúpula de AFLOCHI, los peces gordos del club, están distanciados, y eso –a mí y a algunos más- nos preocupa. Sobre todo porque al parecer fue una disputa sin mucho sentido; aunque mentiría si dijera que recuerdo todo con claridad y lucidez.

Algunas teorías se han planteado. Como la de Flavio, quien postuló que la carne nos puso ‘pelacables’.....hay cosas que no cambian.

Pero yo me inclinaría a pensar que los errores son propios y las culpas compartidas. Y desde esa perspectiva hoy sabremos qué tan amigos fuimos y quienes –ojalá que todos- lo seguiremos siendo.

Esperamos que pongas la foto adecuada para este comentario Tomás.

PONGÁMONOS EN LA WENA PO LOCO WEON OOOOOO!!!!
Con cariño
Felipe