Los Trabajos de mi Vieja

Mi vieja es una especie de híbrido raro entre AFLOCHI y NO AFLOCHI. Principalmente porque le gusta trabajar, pero trabajos rápidos, de corte pasajero y que preferencialmente le den dividendos económicos inmediatos. Como obviamente ese tipo de trabajo no existe (a no ser que desmpeñe el vilipendiado oficio de microtraficante, que tantos placeres nos ha causado a algunos) ha optado por labores cortas, pero que en su mayoría no han funcionado. Lo que se conoce como trabahobbies.

Por otra parte, a mi madre los quehaceres del hogar le dan fobia. Es decir, los hace, pero no le gustan. Como ejemplo, puedo decir que en mi casa un lustramuebles puede durar fácilmente 1 año. Y no porque mi señora madre no limpie los muebles, sino mas bien porque prescinde de aquellos elementos accesorios a la hora de realizar las labores domésticas. El suavizante (soft) comenzó a usarlo hace poco, y solo a petición mía. El lavalozas, sólo después de una fritanga de esas que dan miedo, y que tanto disfrutamos los AFLOCHI. Así, yo heredé este tipo de conductas; y por lo mismo, todavía me siento raro usando –por ejemplo- un posavazos. Muchas veces, estando de visita, he dejado mi copa al lado del maldito posavasos.

Debe ser el karma el que hizo que las tres veces que tuvimos empleada (o nana para los mas susceptibles), resultó ser cada una peor que la otra: la primera inventó que mi vieja tomaba una botella de pisco diaria y que yo faltaba al colegio. La segunda le robó el reloj a mi abuelo; lo buscamos todo el fin de semana y no apareció. Cuando ella llegó el lunes dijo “a ver…yo lo voy a buscar!”. Entró a la pieza de mi tata, salió a los 3 minutos y dijo “pero señora…ustedes no saben buscar…estaba en el velador”. Ladrona y mentirosa. Y la tercera se robaba la comida. Pero no una lata de atún o comida que faltaba…sino todo el refrigerador.

Por eso que mi vieja es así. Relajada con el orden y discípula de sus oficios. Ella ha sido profesora de crochet, vendedora de Avon, de Oriflame, de ropa interior, de lana, aparte tuvo un negocio de lanas, atendió una agencia de Loto, vendió joyas, fue corredora de propiedades, atendió una distribuidora de ropa y tuvo un minimarket en el que entraban tres personas diarias: yo, mi hermano y mi viejo. Pero sigue buscando.
Apostaría mi pellejo a que algún día le va a pegar el 'palo al gato'.

Salud(os)
Felipe