Necesidades Creadas

No existe fecha puntual para cada suceso, todo acontecimiento cuenta con un trasfondo que, en cierta medida, configura un resultado final. Por ejemplo, la Primera Guerra Mundial no comenzó el 1 de agosto de 1914, sino que tiene antecedentes, hay una historia tras el enfrentamiento...Pero hay una fecha que me gustaría que fuese específica para poder borrarla de mi calendario y mi memoria: el puto día en que una persona quiso ser más que otra, el día en que por arte de magia el abanico de necesidades se abrió y aparecieron el gusto por las compras, los autos, las casas más grandes, los colegios privados, las zapatillas con aire, la ropa de marca, los barrios cuicos, los celulares bacanes, las vacaciones en Cancún, la entrada de Camarones Ecuatorianos, los cheques y todo el sin fin de falsos elementos que para muchos son necesarios para su buen vivir acá, en la Tierra, y su futura bien merecida vida eterna en el Cielo, porque de pasaíta, el domingo se compraron un pedasito del Paraíso, ojalá lo más cercano a San Pedro, aunque ninguno de los orgullosos propietarios dejaría que su linda hija contrajera matrimonio con un pescador. O no?

Ojalá que ese día nunca hubiese existido y continuáramos viviendo en comunidades autosuficientes, en que el que preparaba la tierra para cultivar las verduras no tenía que someterse al defraudante mundo de la universidades, o que el tipo que se quería cubrir de la lluvia no le era necesario ir a la municipalidad y formalizar la construcción mediante papeles, firmas y colas, y menos tenía que pasar 5 años en la Escuela de Construcción o de Ingeniería, porque sus espectativas tan solo eran abrigo y refugio, no lujos, nada de caretas.

Está todo tan manipulado que ya con suerte somos personas, porque para el sistema pasamos a ser consumidores. Ya no se violan tus derechos humanos, sino que se pasa a llevar tu derecho al consumidor. Carlos Marx y Federico Engels en su Manifiesto Comunista declararon que “se ha hecho de la dignidad personal un simple valor de cambio. Ha sustituido las numerosas libertades escrituradaspor la única y desalmada libertad de comercio” .

Imaginemos por un rato cómo serían nuestras vidas sin esta obseción maldita. Dejemos de lado la lucha por el diploma que te van a “dar” en la U. En el caso puntual de la comunidad AFLOCHI muchos ejemplos no encuentro, muchos no son utilizables, porque sé que si el vecino se compra un auto del año no nos va a dar envidia, pero sí hay mucha gente que partiría a comprar uno más nuevo. Pero entonces pensemos en el tipo que se compra tillas bacanes impulsado por el ánimo de mostrárselas a los amigos y engrupirse a algunas minas. Imaginemos que nada de eso existe, que todos tiramos para el mismo lado (en el buen sentido de la palabra po), que el tren lo movemos todos por igual, que nadie quiere resaltar materialmente hablando..etc. Yo he hecho el ejercicio y me parece fabuloso haber podido vivir en una época en que todo fue así.

IZZOd