Birras Argentinas hasta el fin

Hace tiempo, desde que vine a Buenos Aires por primera vez, que quería contarles algo de esta ciudad. Ciudad extraña y poética, diversa y confusa. De laberintos (borgianos) y de vida e incomprensiones tajantes.

Pero no quería caer en el perfil turístico de una ciudad porque puedo pecar de que no valoro lo chileno o que le compro todo a los argentinos. Bueno, ni uno ni lo otro, pero si que hay cosas que para mi persona son increibles, y una de ellas es PODER BEBER PILSEN EN LA CALLE.
De partida acá le dicen BIRRAS. El poder beber BIRRAS en la calle me ha cambiado la vida. Los che se ríen de mi porque yo soy el mas eufórico y alegre al momento de estar tomando en la calle, en la avenida principal o simplemente en frente del cuartel de la policía. No se si se puede o no, pero no te dicen nada. No saben lo que es pasearse por Corrientes, una del avenidas principales de Bs (una de las tantas, pareciera que todas fueran principales) y beber caminando a vista de todos, sin que alguien te mire feo o con el miedo de que los pacos te pelen el cable. Es el paraiso para mi que siempre tuvimos que tomarlas encerrados en mi pieza con el humo sin poder mirar a la gente y como la vida funciona alrededor tuyo. Es otra cosa. Increible.

Les puedo hablar de otras cosas mas, pero esto es y sigue siendo muy relevante para mi. Este pequeño detalle de idiosincracia me marcó. Es tan así, que aun no visito ni un bar ni taberna ni pool por estos lares. Me quedo con la birra en la calle y basta!

Saludos a todos y si se animan a venir, lo primero que haremos es beber en una vereda cualquiera.

Tomás