La nunca bien ponderada 'caña'

De alguna u otra forma, este blog ha estado influido transverslamente por el copete.

Desde su creación (etílica, absolutamente), hasta hoy, cuando la mayoría de los aflochis están con caña. por lo mismo me permito reflexionar (?) sobre la caña.

Es rara la caña. Es un estado único y difícil de explicar, porque es un proceso personal. Por lo mismo hay tantas formas de caña como personas que toman copete.

En lo personal, la resaca -generalmente- me llega de manera grisácea, como si todo lo que veo y hago tuviera un mátiz plomizo...medio triste.

Otras veces -y las que más se disfrutan- me llega esa caña graciosa; esa que uno anda con la talla a flor de labio, y cualquier conversación seria se ve diluida en las carcajadas. Por eso, para mí un panorama perfecto es un paseo desde viernes a domingo, porque el sábado generalmente uno toma todo el día y desarrolla un extraño estado de caña/curadera. Estás con caña, pero también estas borracho. En esos casos, creo yo, es cuando más se disfruta la resaca.

En otras ocasiones, y perdonando la autoreferencia, experimento una caña peligrosa. Con tiritones de manos, visión borrosa y sensación de irrealidad (es la única palaabra que se me ocurre para expicar esa sensación de no pertenecer, de...irrealidad poh). Ahí me asusto y trato de no hacer acciones que requieran esfuerzo. Hoy estoy en el segundo estado, y cualquier cosa me parece divertida. Incluso esto que acabo de escribir.

Felipe