Manifiesto sumamente personal

Me cargan:

Los que tocan las bocinas, los que cruzan con luz roja, los choferes de colectivos, los que toman el estado de la luz, los pateros, los trabajólicos, los proactivos, Los nortinos, los sureños, sobre todo los santiaguinos, los católicos, los testigos de Jehová y los evangélicos, (a los luteranos los paso), los arrastrados, los sapos, los perros, los fachos (que viene siendo lo mismo), los gatos y las gallinas, los machistas y las feministas, los que no ven tele, los que no leen, Pedro Carcuro y Guayo Riveros, los supervisores, las machas y el pan del Santa Isabel, Homecenter, los años 80 y los grunge. Las claves de internet y los libros fotocopiados, la Báltica y la Cristal, los colorines y los habladores. La camisa dentro del pantalón y los calcetines blancos. Los impuntuales y las excusas, los algodones de azúcar y el maní confitado. Internet lento y los vasos plásticos, los barsas y los uniformes.

Y muchas otras cosas que no me acuerdo en este momento…

Pablo Otaíza