Especial navideño AFLOCHI

Y llegó posom. Llegó Diciembre con su carga emotiva, sus celebraciones lacrimógenas y la felicidad patente de los cabros chicos...y los no tan chicos también. En lo personal me gusta la Navidad y el año nuevo, excepto por los abrazos...esa es una costumbre maldita que debería cambiarse...en fin.

Pero bueno, estamos en Diciembre y no podemos quedar ajeno de las fechas que se aproximan.

Cuando me hablan de Navidad me acuerdo siempre de un 24 de diciembre en que llegué a la casa de mi abuela tipo 9 de la noche. Era chico -como 12 años- y estaba nervioso. Entré, y me encuentro con un personaje que no veía hace tiempo: ERA PAPÁ NOEL WEONA!!!...no, mentira.
Era el esposo de una prima de mi mamá. Un viejo que no tenía porque estar ahí, pero estab tomando vino. En este momento es necesario aclarar que el loco era alcohólico ("era" porque murió). Pero alcohólico con todas su letras. Un profesional del copete, no un amateur como la mayoría de nosotros. Cuenta la historia que a los 28 años se fue en la volá y se transformó en un borrachito, después de tener plata y un buen trabajo.

Siguiendo con la historia, caché que mi papá -que estaba conversando con él- estaba más aburrido que el funeral de Pinochet. Entonces me acerqué a ver que tanto hablaba este personaje. No recuerdo el tema de conversación, pero tengo claramente grabado el momento en que el señor pescó un vaso de vino grande que estaba lleno hasta el borde y le pegó un taco que lo dejó medio vacío (o medio lleno para los optimistas). Justo después de eso-y aquí viene el motivo de mi historia- el tipo se pega uno de los comentarios más etílicos que he escuchado en mi vida. Miró el vaso, y dijo "Puta que es rico el vino". Medio gritando. Medio borracho. Medio navideño.

Obviamente tengo muchos más recuerdos de la Navidad y todas las aristas positivas de la fiesta. Pero ese día y ese loco me quedó marcado, porque ¿Cómo tan curao?

Felipe