El beso es el contacto de dos epidermis y la fusión de dos fantasías...
(Louis Charles Alfred de Musset)

Muchas veces evitamos la verdad. Pero a veces es tan brutal, que es como un portazo en la cara. Yo siempre predico y no practico la frase “no esperar nada de nadie porque al final todos te decepcionan”. A veces es cierto otras no, el problema es saber con quien tienes que aplicar esa regla. ¿Pero como empezar algo si no confías en una persona?
Para la más simple y linda demostración de afecto, un beso, se necesita confianza. No hablo de esos besos prófugos y locos de una noche, ni esa famosa moda de “poncear”, si no ese beso que le das a alguien por primera vez porque quieres que sea parte de tu vida. Desde ese instante empiezas a confiar.
Lastima que no siempre se tiene suerte. ¿Y que se hace cuando se pierde la confianza, o cuando han abusado de la tuya? ¿Odiar? ¿Vengar? Yo escapo, porque no se odiar lo que amo, y para mi la venganza es una mera satisfacción transitoria. Me refugio mejor en mi huida y tarde o temprano en el olvido, pero me quedo con el consuelo de que algún día valdrá la pena volver a confiar, sobre todo en mi misma

Renita