Quiero alegar por la tecnología compañeros.

Hace tiempo que vengo pensando eso de que ahora las cosas se hacen para que duren muy poco tiempo: los zapatos, los televisores, radios, reproductores mp3’s, etc. Si hasta las poleras duran poco y quedan con el cuello jetón. Lo peor de todo es que las cosas malas son las que están al acceso de nuestro bolsillo proletario clase mediano. Porque que te apuesto que con un IPOD ni cagando lo tengo que mandar 3 veces a arreglar a donde lo compre como ha sido últimamente con un mp3 de veinte lucas. ¡Estoy choreado! Salgo a trotar y la cagada se me cortaba la música y volvía porque hacia juego el input donde poni los audífonos. Al final terminaba sacándomelos de mala gana y guardándolos en mi bolsillo. Estoy que vuelvo a la vieja escuela y desempolvo un viejo walkman a cassette. Ese si que era bueno, nunca fallo y pagar lo que costaba era lo justo. Ahora me cobran 20 lucas por una cagada enana que es puro plástico, y peor aun, si nos ponemos a pensar, esa caga de chip que debe tener para almacenar los datos les debe costar como 800 pesos al que lo fabrica. Por eso me niego a pagar esas 20 lucas por algo que es marca china. ¿Por que estamos condenados a comprarnos la alternativa barata? Me rebelo. Ni siquiera quiero partirme el lomo trabajando mas que la cresta para llenarme de cosas de marca y duraderas, porque al final ellas duraran mas que mi. Voy a tratar de pensar distinto y en vez de escuchar música en el metro como lo hacen todos, (encerrados en su interior sin mirar ni pescar a nadie) sacare un libro y leeré en el viaje. Así como también pondré atención a los sonidos que se producen por la naturaleza o por la misma obra y movimiento del ser humano. Parare la oreja de las cosas que habla la gente: que el fulano de tal, que la vieja culiá, que el gobierno y la wea, que el mino este y la wea. No importa, al menos no me volveré autista.