La otra cara de la moneda (aporte de nuestra "Jefa de Carrera" y socia # 7, Montse)

Tomando como referencia la gran descripción sobre la “adrenalina de copiar” y gracias a la invitación del socio número tres, trataré de plasmar en un par de líneas la otra cara de la moneda en cuanto a copia se trata.

Partiré mi relato contando una anécdota que me ocurrió, en el que el protagonista no es nada más y nada menos que uno de los flojos miembros de este sitio, Flavio Pozzi. Él creyendo que todos los profesores son giles osó sacar uno de los tan producidos ayuda memoria descritos en el artículo anterior.

Pobre, para sorpresa de él, yo en un acto de discreción me acercó a su puesto y le levanto la prueba. La evidencia de su copia estaba ahí, jajaja… la verdad es que no sé qué habrá pensado en ese momento, pero tiritaba entero.

A diferencia de lo que hubiese hecho cualquier otro profesor o ayudante (que es lo que soy), dejé pasar tal episodio, porque el cabro me cae bien y sé que está en su naturaleza hacer este tipo de actos… pero que no crea que se me ha olvidado, algún día se lo cobraré, y no va a ser con plata…

Lo que muchos desconocen es que los profes cachan quienes son los que copian y quienes no, muchas veces no dicen nada, porque obviamente ellos también copiaron, está en la naturaleza del hombre nutrirse o “salvarse” con los conocimientos de los demás, aunque suene un poco mediocre… pero pa` qué estudiar cosas mamonas si otros lo pueden hacer por ti… Esto no lo debería estar diciendo yo.

En fin, mi filosofía es que si no veo a alguien copiando bien por ellos, felicitaciones por su astucia, y si los pillo copiando existen dos alternativas:

Si me caen mal, les advierto que una más y se va de uno.
Si me caen bien, me acerco al individuo le hago saber que a mí no me hacen tonta, pero no le hago pasar la vergüenza de dejarlo en evidencia ante la tropa de pelotas que están haciendo lo mismo desde que empezó la prueba.
El que estudia pasa el ramo, el que copia lo salva.

Y un dato, si van a copiar que no sé textual ni del torpedo ni del compañero, porque se delatan pa’ la próxima prueba y el profe pone ojo en el sujeto sospechoso.

Montse.