Cambiarse de Casa

Mi mamá duró menos de dos meses en su nueva casa. Por motivos que no vienen al caso, decidió de un día para otro (literalmente, cambiarse a un departamento en un quinto piso).
Conozco gente que ha vivido toda la vida en una casa, o máximo se ha cambiado una vez. Nosotros en cambio nos hemos cambiado 11 veces (2 en santiago, 4 en valpo, 5 en villa alemana) , a eso debo sumarle dos veces más desde que me fui de la casa. Es decir mi mamá se ha cambiado 13 veces!.
La casa que más duramos fue la del centro de Villa Alemana, en calle Díaz, aunque siempre recuerdo andar preguntando por otra casa para cambiarnos. Es como rutina. Ordenar las cosas (jamás embalar), subirlas al camión y partir…caré palo. Ya es como rutina, se tiene la experticia (que palabra más weta!)
Los últimos cambios fueron más entretenidos, ya más grandes los peonetas eran amigos (muchos de ellos Aflochis). Después de la mudanza se les paga con su cervecita y empanadas.
Cuando chico llegábamos a un lugar nuevo y con la pelota debajo del brazo nos hacíamos amigos nuevos. Capaz que por eso no conservo ni un amigo de infancia, de esos que se conocen de chico. Como el Ale con mi hermano Felipe, amigos de chicos (no han cambiado mucho).
La gente me dice que como mi mamá puede llegar y cambiarse, decidir de un día para el otro que se va a vivir a otro lado. Aunque sabemos que villa alemana no es grande. Igual es cambiarse para otra casa, nueva pieza, nuevos vecinos, nuevo negocio, nuevo pan...etc.
Lejos lo más difícil es acostumbrarse al baño nuevo...ya cuando lo sientes tuyo, cuando cagas tranquilo es cuando te has acostumbrado a tu casa, así lo sentí desde chico y lo sigo pensando ahora.
Pablo
(Llevo un año de casado y ya me he cambiado dos veces…capaz que la tradición siga..)