Mono Enfermo

Por esas cosas del destino, me enfermé hace poco y tuve que estar 10 día en casa sin poder salir a ni un lado. Estaba como Alf escondiéndome de la gente para no contagiar a nadie con rubéola. Los primeros días uno se siente mal, pero después uno está realmente bien, y el médico me dijo que eso iba a pasar. Al día 5 ya estaba como lechuga.
El punto es que reconfirmé lo odioso que es trabajar...o hacer algo. Me pasé muchas horas haciendo zapping (en mi casa nueva no tengo Internet).,leyendo y comiendo. Me duchaba sólo cuando la Carola me lo pedía y no me afeité hasta el día 9. Excelente. Si no hubiera sido por la imposibilidad de salir, hubiera sido la vida perfecta. Hacer nada y recibir un sueldo a fin de mes…¿¿se puede pedir algo más?? Muchos dicen que se aburrirían haciendo nada, que no soportarían estar en casa todo el día. Para mi esto es ser flojo. Hacer nada sin tener remordimientos. Descansar por descansar, saltar de un canal a otro sin ver nada, mirar un partido del fútbol australiano, pasar por la jueza y su grito de ¡Caso Cerrado!, un poco de serie gringa para terminar viendo como un mono se queda dormido en un árbol, acostado, rascándose la guata mirando a la cámara…una imagen muy familiar por estos días.

Pablo Otaíza