Los Testigos

Era 1999.

Por la Universidad tuve que visitar durante un mes el templo de los Testigo de Jehová. Entretenido no era...eso está claro. Pero al menos era novedoso. Nunca había estado en uno, y la experiencia que me tocó vivir podría describirla como 'diferente'.

No sé si toodas las reuniones que sostienen serán así, pero en la que yo asistí había un tipo parado adelante que leyó un pasaje del antiguo testamento; esto duró app. 50 minutos. Mientras tanto, la gente en general iba subrayando sus pequeñas biblias o fotocopias del libro, bastante atentos a lo que leía el veterano. Al terminar, este señor -cual profesor de colegio- empezó a formular preguntas dedocráticamente a sus compañeros.

-"Señor Henríquez, ¿en qué medio de transporte viajó Noé para escapar del diluvio?"

-En un arca

-Muy bien Señor Henríquez

Lo anterior es un invento, pero no estoy exagerando en el nivel de las preguntas ni en lo exacto de las respuestas. Esta actividad duró mas o menos 2 horas.

Creo que no tiene nada de malo lo que hacen. En mis años de católico ferviente vi ejercicios más patéticos, como ir a jornadas de grupos parroquiales donde nos jurábamos amor eterno con gente que jamás volvimos a ver, pero que en ese momento nos pedimos teléfonos y direcciones. Pa té ti co. O tipos que entraron a confirmación por conocer a una mina.

Lo que encuentro asqueroso es que se involucre a los niños en todo esto, y por lo mismo tengamos que ver a niñitos de terno un domingo a las 8 de la mañana, golpeando puertas ajenas, cuando uno viene de carretear, y ellos deberían estar durmiendo y pensando en pasarla bien.

Felipe