Comentario de TV (C.S.I.)

En un primer acercamiento, CSI aparece como la típica serie norteamericana en que un grupo de personajes de inteligencia superior resuelven casos policíacos, donde el asesino se equivoca en un detalle ínfimo que permite reconocerlo como culpable. Pues bien, aunque en este programa hay mucho de eso, lo interesante es como se llegan a solucionar los casos. Recuerdo que en la serie "Reportera del Crimen", la protagonista Jessica Fletcher -una escritora de relativa fama- estaba dispuesta a todo con tal de resolver los asesinatos que se producían a su alrededor. Cada semana lograba dar con el culpable de las muertes en cuestión. Era un buen programa, pero el problema era que ésta veterana atraía la mala suerte, pues por donde andaba la pobre señora siempre había un asesinato. Entonces, el asunto se torna poco creíble. Pa' rematarla, la actriz era bastante entradita en años (hace rato quiero decir que era terrible vieja) por lo que era menos probabale que hiciera lo que hacía.
Bueno, este tipo de reparos no podrían hacérsele a CSI, pues acá los weones trabajan pa resolver lo que se ponga por delante. Gil Grissom (William L. Petersen) es el "terrible" de la serie. Es de esos tipos que a uno le gustaría ser, pero el único problema es que es adicto al trabajo, gran defecto de la generación post 30 años. El tal Grissom es realmente seco en lo que hace, pues cuando ya parece que el caso está resuelto, Gil (que no tiene nada de ídem) se da cuenta que no han revisado debajo de un asiento...y tate!...ahí estaba la prueba clave. Además, y lo más importante él no es policía, sino doctor, que se especializa en trabajar con los pacos. Entonces, nada de fachos tampoco. Catherine Willows (Marg Helgenberger), es la segunda a bordo: mina rica, treintona, ex toplera, inteligente, ninfómana (mentira, eso lo agregué yo), en fin. Sara Sidle (Jorja-An Fox) es la mujer media feíta, necesaria en la historia para que no todo el mundo sea tan atractivo. Igual termina pareciéndote rica. Warrick Brown (Gary Dourdan), Nick Stokes (George Eads), Jim Brass (Paul Guilfoyle) y Greg Sanders (Eric Ezmanda) completan el cuadro de personajes (insisto, todos necesarios) que se intercambian a la perfección el protagonismo de las historias.
En esta serie, literalmente podemos ver cómo se realiza una autopsia, y mejor aún, se muestran proceso internos del cuerpo ya muerto (todo de manera muy somera obviamente, no queremos estresarnos). Es perfecto, porque la historia no te exige atención máxima, por lo que puedes verla hasta la mitad y sentir que no perdiste tu tiempo. Por eso, en CSI no hay armas, hay inteligencia. No hay persecuciones, hay investigaciones. No hay músculos, hay cerebros. Y lo mejor de todo, es que uno puede disfrutar del trabajo de los demás, cómodamente recostado en tu cama, comiendo y ya a punto de dormir (que no es una cualidad de la serie, sino de la televisión en general)

CSI, Canal Sony; Lunes a Viernes 22:00 Hrs.
Felipe Otaíza